Que el macrismo le haya copado la plaza Independencia fue demasiado para el peronismo tucumano. Al punto que, en contra de la historia reciente, el oficialismo provincial eligió concentrarse esta tarde justamente en el principal paseo público para cerrar la campaña electoral, y no en el interior.
El lunes 7, el presidente Mauricio Macri había encabezado en la plaza, con la Iglesia Catedral a sus espaldas, la caravana del "Sí se puede". Miles de tucumanos lo acompañaron, y las imágenes de la plaza colmada por macristas tardaron en ser digeridas por los oficialistas locales.
La reacción del Frente de Todos local a aquel acto de Juntos por el Cambio resulta evidente. Luego de actos en diferentes ciudades del interior y barrios de la capital, el gobernador Juan Manzur y el vice Osvaldo Jaldo decidieron cerrar la campaña en la plaza independencia. La idea, en lenguaje político, es sencilla: que en las retinas quede la imagen de una plaza peronista y no macrista. Claro que, en este caso, lo harán con la fachada de la Casa de Gobierno de fondo. También, un símbolo de quién tiene el poder.
Por eso, legisladores, concejales, intendentes y delegados comunales recibieron la instrucción de movilizar, para así copar las calles céntricas con una cifra piso de 50.000 personas, con caravanas desde cada rincón provincial. Cuando está en juego una demostración de fuerza, el resto, como la suspensión de las clases para cientos de chicos, no importa.
Pero más allá de la pulseada local que pretenden ganar Manzur y Jaldo, hay otra señal que se pretende enviar y que involucra exclusivamente al gobernador.
El acto en la plaza Independencia no significará el cierre de campaña de Mario Leito ni del resto de los candidatos a diputado. Por el contrario, representará el cierre de la campaña nacional en la que se embarcó el propio Manzur. El tucumano fue uno de los pilares que sostuvieron a Alberto Fernández en estos meses, y su cercanía despierta tantos celos como posibilidades para Manzur.
El gobernador apuesta a que este acompañamiento, ante un eventual triunfo de Fernández, redunde en beneficios para su nueva gestión -que comienza el martes- como para dirigentes de su entorno (en especial, en el reparto de los cargos en la estructura nacional).
A tal punto llega la intención de ostentar su dominio provincial que el acto de esta tarde será transmitido en directo por Canal 10 y, desde el escenario, las autoridades seguirán lo que pase en Mar del Plata. Allí, casi a la misma hora, Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner cerrarán su campaña. Y Manzur no quiere perdérselo. Por eso, el objetivo central es que haya una conexión satelital entre ambos escenarios, con un saludo del postulante presidencial a los militantes tucumanos. Si técnica y políticamente ese anhelo local no puede concretarse, quedará entonces en pie la segunda opción: que el acto local finalice justo cuando comience el marplatense, y los miles de militantes tucumanos sigan por pantalla gigante lo que allí suceda.
En Tucumán, todo para Manzur. Y de Manzur, todo para Fernández.